Carlos y Cristina llegaron a mi a través de mi página de invitaciones de boda, querían un cómic relatando una divertida historia.
Quedaron tan contentos que les propuse fotografiar su boda y aceptaron. No importa que la boda se celebrara en Galicia, voy donde sea, así es todo mucho más divertido y enriquecedor y además me brindó la oportunidad de conocer Galicia y más concretamente Santiso y Santiago de Compostela (donde comimos más que bien en La Tacita, restaurante recomendado por Suso, el encargado del Pazo Vilar de Ferreiros, quien fue encantador en todo momento).
Carlos y Cristina son una pareja entrañable, muy alegre, sonriente y se nota que se quieren mucho y lo transmiten a todo el mundo que está con ellos, gracias a ello mi trabajo fue mucho más fácil. Su disposición a saltar, caminar por en medio del campo con tacones convirtieron la sesión de fotos en un rato muy divertido. Su familia y amigos no eran para menos, muy cariñosos y alegres. Avisé a mi amiga Raquel Cavero como fotógrafa invitada, gran profesional y mejor amiga.
Muchísimas gracias por haber confiado en mí desde el principio. ¡Os deseo lo mejor!